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Getafe junto a los otros 5 grandes municipios del sur de Madrid se dieron cita en las oficinas de Greenpeace la tarde de ayer para firmar el ‘Pacto de las ciudades del Cinturón Sur por una movilidad sostenible’. Un gran acuerdo por el que junto a los municipios de Alcorcón, Fuenlabrada, Leganés, Móstoles y Parla se compromete a tomar medidas para transformar sus calles y espacios públicos hacia un modelo de ciudad más sostenible y accesible a todas las personas y no solo a quienes se mueven en vehículo privado.
La alcaldesa de Getafe, Sara Herández, participó en este acto junto al delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, José Manuel Franco, la alcaldesa de Alcorcón, Natalia de Andrés, el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, el alcalde de Leganés, Santiago Llorente, y el alcalde de Parla, Ramón Jurado, y telemáticamente la alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse. La alcaldesa estuvo acompañada por el concejal de Movilidad, Carlos Enjuto.
El documento promovido por el Grupo Local de Voluntariado de Greenpeace Madrid, pretende servir de guía para las políticas municipales en el ámbito de la movilidad de cara a la recuperación tras la pandemia provocada por la COVID-19. A través de ocho grandes medidas, varias de la cuales ya se han puesto en marcha en Getafe, los ayuntamientos del pacto se han comprometido a adaptar sus ciudades priorizando a las personas, los servicios públicos, las zonas verdes, la movilidad peatonal y ciclista y el consumo local.
Ocho medidas para una movilidad más sostenible
– Modelo de ciudad de 15 minutos facilitando el acceso a los servicios públicos, espacios naturales y comercios esenciales sin tener que utilizar el coche, reduciendo así las distancias y los impactos que la movilidad contaminante causa en la ciudad.
– Fomentar los modos de transporte sostenible ampliando los espacios peatonales, vías ciclistas exclusivas y priorizando el transporte público, mediante medidas flexibles a corto plazo que puedan ser consolidadas en el futuro.
– Aplicar el modelo de ‘Ciudad 30’ reduciendo la velocidad en todas las calles, salvo en los ejes principales, reduciendo así el ruido y la accidentalidad, en previsión de los nuevos límites que la DGT fijará en vías urbanas.
– Aprobar un Protocolo Municipal Anticontaminación antes de 6 meses tras la firma del pacto, con medidas y umbrales de activación coordinados entre los municipios.
– Implementar Zonas de Bajas Emisiones, anticipándose a la obligación que impondrá la futura Ley de Cambio Climático para las ciudades de más de 50.000 habitantes.
– Rediseñar e impulsar las líneas de autobús urbano, actualmente cofinanciadas por las entidades locales y cuyos trazados son poco competitivos en la actualidad.
– Colaborar entre los ayuntamientos para solicitar medidas a otros organismos en aquellos ámbitos que excedan las competencias municipales, como son los servicios de Cercanías Renfe y la construcción de nuevos carriles Bus-VAO (dependientes del Gobierno de España), o la integración tarifaria en el transporte público, responsabilidad de la Comunidad de Madrid a través del Consorcio de Transportes.
A través de estas medidas, los ayuntamientos firmantes del pacto propuesto por Greenpeace han asumido un papel clave para generar un cambio social y ambiental acorde con la crisis ecológica y climática. Para Greenpeace la reconstrucción que sigue a la pandemia ha de ser una oportunidad para reinventar las ciudades hacia modelos más resilientes, sostenibles y socialmente justos con todas las personas, un cambio que inevitablemente pasa por mejorar la movilidad urbana.